martes, 5 de agosto de 2008

Fin de la Inocencia


Hace muchos años cuando era pequeño escribi un diario. Lo habia encuadernado en un forro azul araña y tenia una tapa dura con pocas hojas. Recuerdo bien sobre lo que escribi por primera vez: mi madre. Mis primeras letras fueron acerca de como se sentaba en su sillon con sus lentes y con delicadeza se disponia a leer, y como mi padre absorto con su telescopio miraba una luna gentil ( aproposito, soy el unico que le ve una carita sonriente a la luna?? ) despues no escribi mas.

En una de las tantas mudanzas encontre el diario ya gastado y garabateado a punto de ser victima de la locura de mi madre en el infierno de hojas quemadas que habia creado en el fondo la casa que ya no era nuestra. Me sonrei y lo volvi a leer. Y lo arroje al fuego observando como los restos de las hojas quemadas se elevaban. Y me pregute lo mismo que me pregunto ahora, ¿Habran llegado hasta el cielo?

3 comentarios:

Juliana Fortini dijo...

Porque lo quemaste????

Rumbonín dijo...

Yo a la luna le veo cara de estar silbando distraida mientras mira hacia arriba con disimulo.

[Saori] dijo...

eso me recuerda cuando en una navidad queme el mio, pero fue como ultimo recurso porque ya no habia mas leña que echar a la fogata jeje